Miradme, hijos Mios, miradme Crucificado

17 agosto, 2011

Cada uno tendrá que responderme de su vida y de cada acción que haga por insignificante que sea

Iglesia es todo aquel que bautizado cumple con los mandamientos de Mi ley divina y con los mandamientos de la Santa Madre Iglesia. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, muchos de vosotros, ¡muchos! criticáis constantemente a Mi Iglesia y, todo lo que veis en ella son fallos, pero hijos, os digo que Iglesia sois también vosotros, que debéis miraros por dentro y comprender que cada uno tendrá que responderme de su vida y de cada acción que haga por insignificante que sea, porque si estáis bautizados, sois también Iglesia y debéis responderme como tal. Yo, Jesús, os hablo.

La Iglesia no son solamente los curas, ni los obispos, ni el Papa, la Iglesia, sois todos vosotros bautizados, que muchos vivís una vida indigna de Mí, y vivís más paganamente que cualquier persona que no Me haya conocido. Decís que creéis en Dios pero no vivís conforme El quiere que viváis, solo veis fallos en tal y cual cura, sin pararos a miraros por dentro y ver que vuestra alma es repugnante, llena de carroña y de podredumbre cuyo hedor solo soportan los demonios.

La Iglesia la componen todos Mis fieles y no solo los sacerdotes o Mi Papa. Debéis ser más consecuentes con la fe que decís que profesáis y no actuar como si fuerais ateos o paganos. Hijos de Dios, que indignos sois de llamaros así. Creéis que vuestras vidas edifican cuando lo que hacen es derruir, así pues posponer vuestra composturas y erradicar vuestro malos juicios, porque Soy Yo el único y verdadero Juez, el único que conoce el corazón y sabe como debo de juzgar, y cuya justicia es justa, realmente justa, sin olvidarme por supuesto de Mi misericordia pero justa e inapelable. Yo, Jesús, os hablo.

Que este mensaje os sirva para reflexionar, par ir a confesaros y decir que sois podredumbre a los ojos de Dios, pero que Mi Sangre Preciosísima siempre esta ahí para salvaros, si vosotros os arrepentís de vuestros pecados y erradicáis tanta carroña como hay en vuestras almas. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz sea a todo aquel que cree en Mí y vive dentro de Mis leyes divinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario